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miércoles, 31 de diciembre de 2014

Hacemos las maletas, nos vamos...

La nueva Bitácora en Eldígoras.com

... volvemos a nuestro origen, el lugar donde de alguna manera empezó nuestra travesía, el buque insignia con el que navegamos durante mucho tiempo y acabó varado en un banco de arena de una costa al filo del olvido.

Regresamos a Eldígoras, el espacio con hojas de lengua, literatura y arte que, gracias a la web semántica y a las renovadas maneras de publicar en la Red está ya recomponiendo, limpiando y ajustando su cubierta y sus bodegas para retomar la navegación.

Esta bitácora continuará allí dando noticia de los recursos y proyectos relacionados con el aprendizaje y la enseñanza de la lengua y la literatura, sin olvidar los mundos de la creación artística y sin ánimo de lucro, como siempre.

Os esperamos en  eldígoras.com.

¡Feliz año 2015!

sábado, 19 de abril de 2014

Los profesores de literatura y un artículo de Gabriel García Márquez

Leo en el estupendo blog Profesor en la Secundaria un texto espléndido, por directo y sencillo, de Gabriel García Márquez.

Me había propuesto no comentar nada de tan entrañable escritor, a pesar de la admiración que me produce su escritura, por el cansancio de este país que venera la muerte más que la vida. Gabo es grande porque, a pesar de tanto hipócrita, no se va a morir nunca. Pero dejemos eso...

El artículo se titula: «La poesía al alcance de los niños», y vale la pena.

Variación sobre una fotografía de Gabriel García Márquez.


jueves, 20 de marzo de 2014

Proyecto basado en Luces de bohemia

Un proyecto así en bachillerato... ¡Qué valentía!

http://sacalalengua-aitor.blogspot.com.es/2014/03/una-lectura-periodistica-de-luces-de.html

miércoles, 19 de marzo de 2014

Luces de bohemia, en La mitad invisible

Hace ya algunos días que hablamos en la clase de Literatura castellana de Valle-Inclán y su esperpento Luces de bohemia. Ahora que ya estamos acabando la lectura, parece oportuna la visión del documental emitido en La mitad invisible, de RTVE.

«La mitad invisible analiza Luces de Bohemia, una obra que siempre está de actualidad y en la que Valle-Inclán, para hablar de su tiempo, inventó el esperpento, una deformación grotesca de la realidad. Escrita a partir de 1920 por entregas, editada como obra definitiva en 1924 y estrenada en 1971, casi 50 años después y con problemas de censura, Luces de Bohemia no ha dejado de representarse. Influida por el cine, la obra funciona como una fotografía de su época. Una obra de teatro estructurada en 15 escenas, donde la acción transcurre en apenas 23 horas y media. Juan Carlos Ortega descubre los escenarios de la puesta en escena de Luces de Bohemia con Carlos Álvarez-Novoa, actor y gran experto de este clásico de la literatura a la que dedicó su tesis doctoral. Actualmente, representa La noche de Max Estrella en solitario. De la mano de Margarita Santos, directora de la cátedra Valle-Inclán, La mitad invisible desvela las características del esperpento como género teatral, así como la gran cantidad de lenguajes que caben en él, y la libertad con la que Valle-Inclán los utiliza. Además, Joaquín Valle-Inclán, nieto de Ramón María del Valle-Inclán, comenta a Juan Carlos Ortega alguna clave para entender al autor.También acompañan a Ortega para conocer de cerca los entresijos de esta obra José Luis Raymond, escenógrafo; Ignacio Amestoy, dramaturgo y organizador desde el Circulo de Bellas Artes de La noche Max Estrella; Lluís Pascual, director de la obra en varias ocasiones; y la compañía de Teatro del Temple, que representa la obra desde hace seis años. Además de los reales y auténticos espejos deformantes del Callejón del Gato.»


Poesía en el aula: la publicación

Durante unos días un grupo de alumnos de Lengua castellana y literatura ha podido escoger un poema sin limitaciones, para aprenderlo y recitarlo en clase, para compartir las sensaciones que produce la poesía. 

Quienes se resistían a recitar en público o preferían acercarse a la poesía como poetas han tenido la alternativa de escribir: así hemos podido escuchar —junto con poemas de autores reconocidos— poemas nuevos, escritos para la ocasión.

El objetivo se ha alcanzado ampliamente: hemos dejado que la magia y la seducción de la poesía entrase en el aula.

Enlace directo: http://issuu.com/xavier.cubero/docs/festival_de_poemas_2eso

El 21 de marzo no solo celebramos la llegada de la primavera,
también es el día mundial de la poesía.

martes, 18 de marzo de 2014

Poesía en el aula: «Adiós», de Antonio Machado

Itziar Guerrero también recitó un poema de Antonio Machado, de modo que acabó siendo el autor más leído en nuestro Festival de poesía. No había comentado yo, previamente, que se estaba cumpliendo en esos días el setenta y cinco aniversario de su muerte.

Antonio Machado

Adiós

Y nunca más la tierra de ceniza
he de volver a ver, que el Duero abraza.
¡Oh loma de Santana, ancha y maciza;
placeta del Mirón; desierta plaza
con el sol de la tarde en mis balcones,
nunca os veré! No me pidáis presencia;
las almas huyen para dar canciones:
alma es distancia y horizonte: ausencia.
Mas quien escuche el agria melodía
con que divierto el corazón viajero
por estos campos de la tierra mía,
ya sabe manantial, cauce y reguero
del agua clara de mi huerta umbría.
No todas vais al mar aguas del Duero. 
[Primera versión. Baeza, 1915]

Antonio Machado

Poesía en el aula: «Proverbios y cantares», de Antonio Machado

David Revilla recitó algunos versos de Antonio Machado

Antonio Machado

Proverbios y cantares

Nunca perseguí la gloria
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse. 
XXIX 
Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar. 
XLIV 
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

Antonio Machado

Poesía en el aula: «Para mi corazón basta tu pecho...», de Pablo Neruda

Repasando los materiales y las valoraciones de nuestro Festival de poesía, me doy cuenta de que hay poemas que no habían sido publicados aún, así el que recitó Marina Abad, «Para mi corazón basta tu pecho...» de Pablo Neruda.

Pablo Neruda

Poema 12

Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma. 
Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola. 
He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje. 
Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.

Pablo Neruda

domingo, 16 de marzo de 2014

Poesía en el aula: fragmento de «Más allá de las frías y brumosas montañas...», de J. R. R. Tolkien

Otro de los poemas recitados en el aula y que escapan a la tónica general fue el que nos ofreció Anna Cantero. La principal diferencia de esta composición respecto al resto de las que se han publicado aquí es que se trata de una traducción (no publico el nombre del autor de la traducción porque aún lo desconozco).

J. R. R. Tolkien

Más allá de las frías y brumosas montañas...

Más allá de las frías y brumosas montañas,
A mazmorras profundas y cavernas antiguas,
En busca del metal amarillo encantado,
Hemos de ir, antes de que el día nazca. 
Los enanos echaban hechizos poderosos,
Mientras las mazas tañían como campanas,
En simas donde duermen criaturas sombrías,
En salas huecas bajo la montaña. 

Para el Rey y el Señor de los elfos
Los enanos ladraban martilleando
Un tesoro dorado, y la luz atrapaban
Y en gemas la escondían en la espada.

J. R. R. Tolkien

Poesía en el aula: «Escrito para la Luna»

Èlia Carpena trajo al aula un poema tomado de Internet, la cuestión es que no ha sido posible conseguir una referencia clara sobre el autor. En el sitio Poemas del alma la composición aparece firmada con el pseudónimo "The poetic", pero en otros sitios figuran otros nombres o no consta firma. Lo publicamos con reservas, si alguien nos puede informar sobre la autoría real del poema haremos las modificaciones pertinentes.

Escrito para la Luna

Cierro mi cuarto con llave,
luego apago la luz
quedando en total oscuridad
me asomo por mi ventana
y... simplemente estas tú. 
Bella como siempre,
hermosa creación eres,
fuiste diseñada para
alumbrar en las noches sucesivamente. 
Aunque pareciera que a veces te escondes,
pero sé que estás ahí
¡oh!, fiel amiga
tú, la testigo de mis llantos y risas. 
No me canso de contemplarte y
es por eso que cada noche
me asomo en mi ventana
para poder mirarte. 

Conoces todos mis secretos,
conoces toda mi vida
sólo a ti te los cuento porque...
eres... mi fiel amiga.

Autor desconocido

sábado, 15 de marzo de 2014

Poesía en el aula: fragmento de «La vida es sueño», de Calderón de la Barca

Nuestro festival de poesía finalizó con la intervención de Marina Gelpí, que recitó muy bien un fragmento de La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca.

Pedro Calderón de la Barca

¡Ay mísero de mí...!

¡Ay mísero de mí, y ay, infelice!  
Apurar, cielos, pretendo, ya que me tratáis así
qué delito cometí
contra vosotros naciendo;
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido.
Bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor;
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido. 
Sólo quisiera saber
para apurar mis desvelos
(dejando a una parte, cielos,
el delito de nacer),
qué más os pude ofender
para castigarme más.
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás nacieron,
¿qué privilegios tuvieron
qué yo no gocé jamás? 
Nace el ave, y con las galas
que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma
o ramillete con alas,
cuando las etéreas salas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que deja en calma;
¿y teniendo yo más alma,
tengo menos libertad? 
Nace el bruto, y con la piel
que dibujan manchas bellas,
apenas signo es de estrellas
(gracias al docto pincel),
cuando, atrevida y crüel
la humana necesidad
le enseña a tener crueldad,
monstruo de su laberinto;
¿y yo, con mejor instinto,
tengo menos libertad? 
Nace el pez, que no respira,
aborto de ovas y lamas,
y apenas, bajel de escamas,
sobre las ondas se mira,
cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad
de tanta capacidad
como le da el centro frío;
¿y yo, con más albedrío,
tengo menos libertad? 
Nace el arroyo, culebra
que entre flores se desata,
y apenas, sierpe de plata,
entre las flores se quiebra,
cuando músico celebra
de las flores la piedad
que le dan la majestad
del campo abierto a su huida;
¿y teniendo yo más vida
tengo menos libertad? 
En llegando a esta pasión,
un volcán, un Etna hecho,
quisiera sacar del pecho
pedazos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón,
negar a los hombres sabe
privilegio tan süave,
excepción tan principal,
que Dios le ha dado a un cristal,
a un pez, a un bruto y a un ave?

Pedro Calderón de la Barca

Queda pendiente la publicación de un poema de Tolkien, el que recitó Anna Cantero, de los textos de los alumnos que prefirieron escribir sus propios poemas y de las valoraciones de la clase; espero poder prepararlo todo en los próximos días.

domingo, 23 de febrero de 2014

Poesía en el aula: «Paisaje», de Rafael Morales

Núria Rufes tuvo el acierto de elegir un excelente poema de Rafael Morales.

Rafael Morales

Paisaje


Qué silencio tan grande el de este campo,
qué vastas y dormidas soledades,
qué inmensidad vacía,
qué tremenda tristeza derramada por los aires,
la sierra se derrumba lentamente
sobre la mansa angustia de los valles
que elevan puros, asombrados, ciegos,
el encendido grito de los árboles,
el cielo es plomo gris que se derrumba
sobre el pavor silente del paisaje,
es un inmenso buitre hambriento y sordo,
un infinito dios amenazante.

Rafael Morales

Poesía en el aula: «Sembrar», de José Ángel Buesa

También el pasado jueves, Carlos López recitó a José Ángel Buesa.

José Ángel Buesa

Sembrar


Alza la mano y siembra, con un gesto impaciente,
en el surco, en el viento, en la arena, en el mar...
Sembrar, sembrar, sembrar, infatigablemente:
En mujer, surco o sueño, sembrar, sembrar, sembrar...

Yérguete ante la vida con la fe de tu siembra;
siembra el amor y el odio, y sonríe al pasar...
La arena del desierto y el vientre de la hembra
bajo tu gesto próvido quieren fructificar...

Desdichados de aquellos que la vida maldijo,
que no soñaron nunca ni supieron amar...
Hay que sembrar un árbol, una ansia, un sueño, un hijo.
Porque la vida es eso: ¡Sembrar, sembrar, sembrar!

José Ángel Buesa

Poesía en el aula: «Vida», de Jorge Rojas

Es estupendo que los alumnos hayan escogido los poemas con total libertad, seguramente no hubiera pensado en Jorge Rojas, pero Adrià González nos brindó un gran poema del autor colombiano fallecido en 1995.

Jorge Rojas

Vida

Vivir como una isla,
lleno por todas partes
de ti, que me rodeas
ya presente o distante 
con un temblor de luz
primera, sin pulir,
sin arista de tarde,
ni sombra de jardín. 
Y ángeles en espejos
guardando tu mirada
para hacerse verdades
y noches estrelladas.

Jorge Rojas

Poesía en el aula: «El chamariz en el chopo...», de Juan Ramón Jiménez

Óscar Martínez nos recordó a Juan Ramón Jiménez con «El chamariz en el chopo».

Juan Ramón Jiménez

Abril

Juego (el día y Robert Browning) 
—El chamariz en el chopo.
—¿Y qué más? 
—El chopo en el cielo azul.
—¿Y qué más? 
—El cielo azul en el agua.
—¿Y qué más? 
—El agua en la hojita nueva.
—¿Y qué más? 
—La hojita nueva en la rosa.
—¿Y qué más? 
—La rosa en mi corazón.
—¿Y qué más? 
—¡Mi corazón en el tuyo!
Juan Ramón Jiménez

Poesía en el aula: «Canción del pirata», de José de Espronceda

Gema Beltrán nos condujo a los tiempos del Romanticismo al recitar la «Canción del pirata».

José de Espronceda

Canción del pirata

Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela,
un velero bergantín;
bajel pirata que llaman
por su bravura el Temido
en todo el mar conocido
del uno al otro confín. 
La luna en el mar riela,
en la lona gime el viento
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
Y allá a su frente Estambul: 
—Navega, velero mío,
          sin temor
que ni enemigo navío,
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor. 
Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies. 
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar. 
Allá muevan feroz guerra
          ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío
a quien nadie impuso leyes. 
Y no hay playa
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor. 
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar. 
A la voz de ¡barco viene!,
          es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar:
que yo soy el rey del mar
y mi furia es de temer. 
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual:
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival. 
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar. 
¡Sentenciado estoy a muerte!
          Yo me río:
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena
colgaré de alguna antena
quizá en su propio navío. 
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di
cuando el yugo
del esclavo
como un bravo sacudí. 
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar. 
Son mi música mejor
          aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones. 
Y del trueno
al son violento,
y del viento,
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar. 
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.

José de Espronceda

Poesía en el aula: «Hay ojos que miran, hay ojos que sueñan…», de Miguel de Unamuno

Otros poetas estuvieron en nuestra clase el pasado jueves, Blanca García nos ofreció un poema de don Miguel de Unamuno.

Miguel de Unamuno

Hay ojos que miran, hay ojos que sueñan…

Hay ojos que miran,      hay ojos que sueñan,
hay ojos que llaman,      hay ojos que esperan,
hay ojos que ríen      risa placentera,
hay ojos que lloran      con llanto de pena,
unos hacia adentro      otros hacia fuera. 
Son como las flores      que cría la tierra.
Mas tus ojos verdes,      mi eterna Teresa,
los que están haciendo      tu mano de hierba,
me miran, me sueñan,      me llaman, me esperan,
me ríen rientes      risa placentera,
me lloran llorosos      con llanto de pena,
desde tierra adentro,      desde tierra afuera. 
En tus ojos nazco,      tus ojos me crean,
vivo yo en tus ojos      el sol de mi esfera,
en tus ojos muero,      mi casa y vereda,
tus ojos mi tumba,      tus ojos mi tierra.

Miguel de Unamuno

sábado, 22 de febrero de 2014

Poesía en el aula: «Yo voy soñando caminos…», de Antonio Machado

A continuación, Laura Tena trajo al aula uno de los poemas más conocidos de Machado:

Antonio Machado

Yo voy soñando caminos…

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!… 
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero…
-la tarde cayendo está- 
“En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
“ya no siento el corazón”. 
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río. 
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece. 
Mi cantar vuelve a plañir:
“Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada”.

Antonio Machado

Poesía en el aula: «Anoche cuando dormía…», de Antonio Machado

Conmemoramos hoy el setenta y cinco aniversario de la muerte de Antonio Machado. Al margen de esta efemérides, el pasado jueves, se leyeron en clase versos del poeta sevillano, Elena Santos recitó el siguiente poema:

Antonio Machado

Anoche cuando dormía…

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazón. 
Di, ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
de donde nunca bebí? 
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazón; 
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel. 
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón. 
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar. 
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.

Antonio Machado

Antonio Machado, 75 aniversario de su muerte (1939 - 2014)